jueves, 5 de septiembre de 2013

La escalera.

Uno podría repasar su vida a través de canciones y componer una banda sonora.

Uno podría repasar su vida a partir de momentos y confeccionar un álbum de fotos.

Uno podría repasar su vida a través de viajes y construir un mundo.

Uno podría repasar su vida a través de sus trabajos y elaborar un currículum.

Pero de todas estas formas, yo, sin duda, me quedo con repasar mi vida a través de personas...

Y construir una escalera.

Sí. Una escalera. ¿No veis la relación? Pues si os parece, os la explico.

A lo largo de una vida se conoce a mucha gente. Muchas caras, muchos rostros, personalidades diferentes entre sí, que nos aportan algo, ya sea positivo o negativo. Pero siempre nos queda ALGO.

Todas ellas, y aunque no lo parezca, importantes. Todas, sin excepción.

Repito. Todas.

Algunas de ellas decidirán quedarse. Conectarán con nosotros desde un primer momento y nos ayudarán en lo que puedan. Nos escucharán, nos animarán, nos querrán. En definitiva, nos acompañarán en todo nuestro largo viaje.

Algunas de ellas, por desgracia o por fortuna, decidirán marcharse. Serán sólo una huella en nuestro camino, un recuerdo, una sombra. Se marcharán con o sin dolor pero, de todas formas, serán tan importantes como las otras.

¿Y qué tiene que ver esto con una escalera?

Una escalera tiene pasamanos. Una escalera tiene peldaños.

Imagina una escalera de mano.

Subes a través de sus peldaños. Sí, son muchos, y sí, son pequeños, pero te ayudan a avanzar. Gracias a ellos puedes seguir subiendo y llegar a lo más alto. Los peldaños son importantes. Sin ellos, no sería posible avanzar.

Mientras vas subiendo te agarras y sostienes en el pasamanos. Sin él, los peldaños serían insuficientes. Agarrarte a él te permite subir. El pasamanos te acompaña en cada momento de tu viaje.

¿Debo decirte quién es quién en cada caso?

Cada vez que conozcas a alguien, independientemente de cómo acabes con esa persona, no te arrepientas, no te lamentes. Habrá personas que permanecerán a tu lado y te acompañarán en cada momento. Son el pasamanos. Pero también vas a conocer personas que tienen un tiempo y un espacio muy concreto, muy limitado, en tu vida. Te ayudarán a avanzar. Te harán más fuerte. Te harán aprender. Te harán valorar otras tantas cosas.

Te harán ascender. Te harán mejorar.

Porque son los peldaños.