Tengo un Porsche y poseo una multinacional presente en
282 países, algunos de ellos todavía por inventar. Uso billetes de 500 para
encenderme los puros porque soy anticapitalista y odio el dinero. Amo a la
gente pobre.
Soy elegante, refinado y de paladar selecto. Ceno cada
noche en los mejores restaurantes de París, aunque viva en Barcelona. Mi jet
privado me lleva a donde quiera en un abrir y cerrar de ojos.
Soy muy de regalar diamantes a las mujeres que fingen
quererme sin yo saberlo.
Tengo un cuerpo atlético y una mente privilegiada.
Alimento mi intelecto con libros de todas las disciplinas: medicina,
astronomía, química, filosofía, psicología, arte. Asimismo, aprecio la música
clásica. Acudo a óperas y conciertos, acompañado siempre de mi monóculo y sombrero
de copa.
En la cama soy una bestia. Sin embargo, duermo como un
bebé. Mis ronquidos casi imperceptibles evocan el romper de las olas en la
playa, y mi suave respiración se asemeja a la fresca brisa marina.
Soy aventurero y me encanta viajar. He estado en 537
países y domino 28 lenguas. Practico deporte a menudo: escalada, buceo, tiro
con arco, bicicleta, apalear focas...
Soy de espíritu generoso. Dono parte de mi fortuna a
siete ONGs, entre las cuales destaca “Salvemos a las Focas”.
Tengo un millón de amigos sin ser Roberto Carlos. Amo a
todo el mundo y todo el mundo me ama. En Facebook tengo 5000 amistades y cada
día me intereso por sus vidas porque la amistad es un jardín de flores que hay
que regar bien cada día y esas cosas.
Me encantan los animales. Tengo dos perros, tres canarios
que no son de las islas, un dodo, una foca, un foco, dos ballenas, una que va
vacía y un dinosaurio en estado fósil.
Y bueno, éste soy yo a grandes rasgos. Si deseas
conocerme para amistad (con derecho a arrime), acariciar focas o comer sushi en
París, no dudes en escribirme.