Como por ejemplo, querer hablar con alguien y no hacerlo. Por orgullo. Porque llevas un tiempo esperando a que lo haga esa persona. Y claro, no sucede. ¿Y cuánto debe esperar uno para decirle algo? ¿O es mejor nunca cometer esta tontería? ¿Y si resulta que quién sostiene la relación es el interés que pone uno mismo? ¿Qué es mejor? ¿Averiguar la verdad o no? Ah, difícil elección.
No se puede ir detrás de las personas constantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Habla habla, que yo te escucho.